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viernes, 19 de febrero de 2010

El día de la mujer, 8 de marzo.


Se están preparando los eventos para el Dia de la Mujer. Aquí va mi regalito, un poema que le dediqué a una mujercita maravillosa, Lupe. Para ella y para todas las maravillosas mujeres que luchan cada día, desde tempranito, por un mundo mejor no sólo para mujeres:




Mácula eres

Ada Fanelli

Las mujeres estamos malditas para toda la eternidad

por haber rasgado la piel roja de un fruto prohibido.

Desde entonces, una mancha roja inaugura, en cada niña,

a la mujer.

Desde entonces, con cada Luna, la mujer aguarda

la aparición de una mancha roja entre sus piernas.

Deseo o temor.

Desde entonces, el amor es un corazón rojo

atravesado por la flecha de un ángel que reclama,

con violencia,

una mancha roja a cada mujer.

Por eso, tal vez, cada mujer colorea

sus labios, sus mejillas, sus uñas,

como si fueran manchas rojas.

Y, a veces, alguna abre sus muñecas,

esperando desaparecer en medio de

una gran mancha roja,

Y otras, soportan el maltrato cuando

él

lo ve todo rojo.

Y otras, aún, aguardan rosas rojas

que no llegan. O llegan para

marcharse prematuramente.

Todas fregamos manchas rojas

salpicadas en las páginas de los

libros que guardan nuestras cuentas,

hasta caer exhaustas.

Todas restañamos la sangre de las

heridas propias y ajenas,

Todas guardamos un secreto

ardiente.


Si, ya desde aquel entonces, las mujeres nos parecemos

a una fruta roja

donde la vida

hunde sus dientes.